martes, 5 de noviembre de 2013

Produccion




Siembra

Podemos definir como una buena siembra, aquélla donde la diferencia entre la cantidad de plantas deseadas y las efectivamente logradas es mínima, donde la separación entre ellas es uniforme y en la que el tiempo transcurrido para emerger es el mínimo factible para la mayor parte de la población.

Condiciones del suelo para la siembra
En suelos de barrial, la siembra se puede realizar en suelo seco o húmedo, lo más recomendable es sembrar sobre humedad. Sembrar en seco, en suelo de barrial, es más conveniente cuando la fecha de siembra está próxima y se requiere ahorrar tiempo, para ello se debe aplicar un herbicida preemergente. En suelos de aluvión, la siembra debe ser sobre humedad, en caso contrario: Si se siembra en seco y después se riega, la semilla no nacerá por problemas de taponamiento.

Tratamiento de la semilla
 
Desde la siembra, a las primeras etapas de desarrollo del cultivo, la planta de maíz puede ser afectada por plagas del suelo (como el gusano trozador y la gallina ciega, principalmente); por tal motivo, es recomendable tratar la semilla con algun insecticida para prevenir el ataque. 

Fecha de siembra
Las experiencias adquiridas en las validaciones del CVTTS,en la zona centro del estado de Sinaloa indican que la fecha de siembra recomendable es del 15 de noviembre al 10 de diciembre 
Las siembras tempranas (del 1 al 10 de noviembre) tienen mayor problema con gusano cogollero y las siembras tardías (posteriores al 15 de diciembre) presentan mayores problemas de roya o chauixtle y de mosca pinta o del estigma.

Cultivo del maiz
http://www.gastronomiaycia.com/wp-content/uploads/2009/04/alemania_mon810.jpgEl maíz es una planta rústica de fácil desarrollo y su cultivo con judías y calabazas da una excelente combinación de nutrientes.

Si deseamos disfrutar del maíz dulce en pleno verano o de nutritivos platos de sémola de maíz o polenta a partir del otoño, entonces, tendremos que aprovechar los meses de abril a mayo para realizar las siembras en el huerto.

Aunque con frecuencia se equipara el maíz con un cereal, en realidad, se trata de una especie única (Zea mais), cuyos ancestros todavía no están claros y que desarrollan los pueblos precolombinos de América. De hecho, aun hoy en día sigue siendo la base de la alimentación en gran parte de las poblaciones de América y también de África.

Su cultivo en el huerto es relativamente fácil, aunque si queremos obtener grandes matas y abundantes y suculentas espigas, tendremos que abastecerla bien de agua y nutrientes.

Entre las infinitas variedades de maíz que podemos cultivar y consumir, existen tres grandes grupos con características bien diferenciadas: los maíces de grano grande y duro, aptos para elaborar sémolas y harinas y que se consumen mediante cocción; las variedades de grano pequeño y piel extremadamente resistente, que sirven para elaborar las populares palomitas; y las de granos tiernos y jugosos –maíz duce–, especialmente aptos para su consumo en fresco. Y en todas ellas podemos encontrar subvariedades con diferentes formas de granos y colores.

Tradicionalmente, en América se sembraba –y se siembra– con la técnica denominada “de asociación precolombina”, que consiste en cultivar juntos maíz, judías y calabazas, o calabacines, ya que aparte de resultar una asociación de mutualismo favorable, cada planta contiene una combinación de nutrientes que juntos aportan y cubren todas las necesidades de una alimentación equilibrada. El maíz, hidratos de carbono; las judías secas, proteínas; y las calabazas, vitaminas. Además, los tres productos son de larga conservación a temperatura ambiente.

Independientemente de la variedad, las formas de cultivo son casi idénticas. Por una parte, necesitamos una tierra mullida, bien aireada en profundidad y rica en humus. Tolera bien, e incluso aprecia, la presencia de materia orgánica en descomposición. Por esa razón, si la tierra donde sembramos es pobre en reservas de humus, esparciremos tras su nacencia de tres a cinco kilos de compost por metro cuadrado.

Las variedades de maíz dulce y las de palomitas se siembran en líneas separadas por unos 50 o 60 centímetros, mientras que para las destinadas a grano necesitaremos entre 60 y 70, puesto que las matas tienen un porte mucho mayor.

Lo más habitual es ir depositando unas dos semillas por hoyo a 1 o 2 centímetros de profundidad, y cada 10 o 15 centímetros, de modo que cuando germinen y tengan unos 5 o 6 centímetros de altura, haremos un clareo, eliminando las matitas que muestren signos de debilidad y amarilleamiento, y dejaremos en cada hoyo la más sana y vigorosa.

Son plantas rústicas que con las técnicas de cultivo ecológico apenas tienen problemas de desarrollo, a excepción del gusano barrenador, que podemos controlar con fumigaciones regulares de Bacillus turingiensis al atardecer, desde el momento en que las plantas alcanzan medio metro de altura.
El momento óptimo de la cosecha depende del tipo de maíz. Para las variedades de grano seco, tanto la de sémola como la de palomitas, esperaremos a que las matas hayan completado su ciclo y se sequen por completo las pieles externas de las mazorcas. Con las variedades de maíz dulce para consumo de los granos tiernos, tendremos que buscar el punto óptimo y, a mediados de verano, cuando los estigmas que cubren las mazorcas empiecen a marchitarse, levantaremos las pieles que recubren los granos y, con la uña, los presionaremos. Si ésta se hunde y salta un jugo lechoso, les falta unos días. Si no se clava la uña, es que empiezan a estar demasiado duros. Cuando la uña se queda marcada sin hundirse, suele ser el momento ideal del consumo en fresco

Cosecha del maiz

http://www.ehowenespanol.com/DM-Resize/photos.demandstudios.com/getty/article/56/154/87721900_XS.jpg?w=400&h=200&keep_ratio=1Cosecha manual

Por lo general, antes de efectuar la cosecha manual, es práctica común dejar el maíz en el campo adherido a las plantas por un tiempo variable que depende de diversos factores como 105 ya mencionados, durante el cual el grano se seca en forma gradual.
Entre las prácticas más comúnmente usadas se podrían mencionar:
a) Dejar las plantas enteras en pie tal como se desarrollaron.
b) Cortar la parte superior de las plantas (espiga o flor masculina), para permitir una mayor exposición de las mazorcas al sol.
c) Doblado o quebrado. Este procedimiento consiste en doblar la parte superior de la planta o solamente la mazorca, para que la punta quede hacia abajo. Con esta práctica se pretende evitar que el agua de lluvia penetre al interior de la mazorca y disminuir el daño de los pájaros.

Si después de la madurez fisiológica, las condiciones climáticas son de alta humedad relativa, con lluvias frecuentes, incidencia de insectos, pájaros, roedores y otras plagas, y si además se están cultivando variedades susceptibles a estos factores, las perdidas que se presentan en esta etapa pueden ser de gran consideración.
La cosecha o separación de las mazorcas de la planta se efectúa de dos maneras con y sin hojas (chalas, tusas, totomoxtle)
Cuando se quitan las hojas, la deshojadura puede realizarse con la ayuda de un instrumento manual llamado "gancho" que el operario se coloca en la mano derecha y que le facilita grandemente la operación
En el caso que la separación de las mazorcas se procluzca sin quitarle las hojas, su posterior deshojadura se puede efectuar con otro instrumento manual llamado "clavija" 

Una vez cortadas las mazorcas, dependiendo del contenido de humedad, se acostumbra a) Continuar el proceso de secado que se inició en el campo después de la maduciurez fisiológica; b) Almacenarlas con o sin las hojas que las cubren; c) Desgranarlas.

Cosecha mecanizada (con automotriz)

http://www.argenpapa.com.ar/img/cosechamecanica3.JPG La cosechadora automotriz debe ser utilizada con un cabezal para maíz , cuyas partes principales y su funcionamiento se describen a continuacion.
El cabezal es esencialmente una recolectara de maíz montada al transportador del alimentador de la cosechadora. Los cabezales para maíz varian de tamaño, desde unidades para dos hileras hasta unidades para doce hileras.
A medida que la cosechadora se mueve a través del campo, las puntas juntadoras (1), van colocadas entre las hileras del maíz. Los rodillos despojadores (2) sujetan los tailos del maíz y tiran de ellos rápidamente hacia abajo entre los rodillos.
Cuando una mazorca llega a la barra despojadora, no puedo pasar porque la abertura es angosta.
Los rodillos despojadores continúan tirando del tallo y arrancan la mazorca separándola del tallo.
Las cadenas juntadoras (3)  recogen las mazorcas y las transportan a un sinfín transversal (4) que las lleva al transportador del alimentador (5). El transportador del alimentador lleva las mazorcas hasta el cilindro trillador.
Los rodillos despojadores deben operar a una velocidad en relación con la velocidad de avance hacia adelante de la cosechadora, para tirar de los tallos a través de los rodillos antes que la cosechadora les pase por encima. Si los rodillos despojadores son operados en forma muy rápida, las mazorcas pueden saltar hasta afuera del cabezal para maíz y perderse en cl suelo. La alta velocidad puede causar un desgranamiento en las barras despoladoras lo que dará también por resultado pérdida de material. También puede causar que todo el tallo sea introducido a la cosechadora, dando.como resultado una sobrecarga de la maquina.
Si la velocidad es demasiado baja, las mazorcas serán arrancadas en la parte posterior de los rodillos, causando una congestión y posible obstrucción del cabezal.
Se analizarán a continuación los problemas más importantes, su causa probable y la solución posible a cada situación planteada.

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